jueves, 7 de febrero de 2013

Se va con sus esdrújulos

La noche se va con sus esdrújulos:
Yo me apoyo en la amplia chimenea.
Arriba las constelaciones arden
y hay lumbres en las casas de los pájaros.
El cielo es un vértigo negro
que transforma vitrales en vestigios.
Sopla el viento derrumbando estructuras
entre complicidades formidables.
Se inmutan los muros ante la sombra
que ha bajado a la par de la luna.
Nace en todo rajaduras
y el aliento del mar es pútrido en extremo.
Me encierro en el atico y paso el cerrojo
mientras callan las rocas ante los maremotos.
Mi imaginación es obstinada y fría
y sólo se aquieta ante elementos antagónicos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario