Bajo un cielo plomizo y arbitrario
giro yo, en juego con los átomos.
Amanezco forjando un rompeolas
y beso a las sirenas salerosas.
Habito por igual en rubias y morenas
y con mi palidez, lleno sus selvas.
Pleno a la adolescente de besos
y sobre las maduras relumbro y me retuerzo.
Me gusta reptar en los regazos
y amanecer en pechos sosegados
Es largo mi latir detrás de un talle
y mis manos los cubren de diamantes
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