jueves, 7 de febrero de 2013

La mañana

La mañana no nace todavía
-hay mundos que todavía se forman-
Y tu piel ya se colorea
del carmesí de anoche.
El sol se acerca a los rincones
y los incendia.
Un ave casi muda
rompe con un graznido
las ranuras del techo.
En el espejo han desaparecido
los fantasmas
dejando en nuestras bocas un sabor frutal.
Te vas simplificando entre
las sábanas, lenta y corpóreamente.
Te despiertas y me pides café
y te vas llenando de la coloración
de la mujer que siempre duerme a mi costado
y que tomará para ambos
el suave mediodía incandescente.

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