Quisiera hoy escribir por siempre.
Estoy alegre e inspirado.
Las imágenes rugen en mí
con un canto sonoro
y me siento el dueño
de todas las metáforas.
Pero la mujer que amo,
la dulzura de turno en mi vida
viene y me echa de la silla
y me da un plumero
y me obliga a lavar los platos.
He ahí a una mujer
preciosa como todas
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