cuando la caricia a ti se sentía dolida
y era malsana y falsa tu condición humana
apetecible a abochornarme con los ojos
como un querube que se torna infrahumano
tomando mi corazón un brebaje iracundo
al verte partir, ufana, hacia otros mundos
en los que te devanarás, siempre ambiciosa
pues por ti se hicieron muy negras las rosas
y claudicaron por siempre, los loados arpegios
pues tu conducta de réproba y artera
hizo insufrible la intensa puñalada
por tus torcidos males, imbricada
en el mismo fondo de tu alma esquiva
a la que a todos, te muestras altiva
y te deslíes de los momentos rectos
que di yo por mi a tu ser resurrectocuando venías, al pie de mis reducto
y eran para ti las rimas y carmines
que hoy compartes con otros patiquines
que van a mancillar lo que fue mi regazo
pues no queda de mí ni un retazo
de que fingieras un lamento amoroso
y que me embadurnaras de desdenes
la tardes mismas en que me vi abrumado
pues eras para mí la flama que al soldado
viene a dar amor y tiernas luces
para morir en territorios extranjeros
y ser menguado por lejanas luces!
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