¡ sin llegar a la muerte !
Que declinen augustas las adustas bahías
¡ sin perderse la vida !
Que el lebrel sencillo no llene el camposanto
¡ y no pierda el encanto !
Que el occcidente crezca y que hermane al Oriente
¡ sin que pase el hereje !
Que el mundano se achique ante tronos dorados
¡ Por siempre consternado !
Que el abate tedioso no deje los pasos clericales
¡ No somos inmortales !
Que los brazos de hipsísila recuerden los besos de Himenea
y en concierto de castos las malas mañas se desintegren
a la vez que los hitos del que cabalga bien no se inoculen
del veneno cobarde que lleva el malvado en una pócima
¡ como cosa ominosa !
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