y el mundo se derrumba en su vacío,
callan las cóleras y el dolor de la sangre,
se contiene en su estrado la injusticia.
Deja la sal de devorar al mar,
del silencio se desprenden oleadas de sigilo.
Pero cuando hablas linda y dices algo
estallan las imágenes sonrientes,
las aves se vuelven estridencias,
las trompetas doradas desbordan a los cielos,
se crean el pan, el cereal, la fruta
y un ruido albaricoque despierta a los duraznos.
Las estrellas se regocijan de dorarse en su luz,
debajo de cada una de mis pupilas devanea una danza:
El infinito sabe que la vida si existe
y yo estallo en amor cerca de un muslo blanco:
Es el tuyo, y ando arropado en tus calores,- Donde remuerde el beso y comienza a exfoliarme - .
Una oleada de música armoniza a los mundos
y en pilares de latidos mi corazón te erige
reina, mujer, y aventura mía:
Bendición que me ausculta con dos brazos floridos.
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