He reservado el orbe
para tus ojos verdes
y la luz, soterrada, para el andar de tarde:
me he desvestido del luto que me mancha
para acercarme a ti, maravilla opalina:
cuerpo cristalizado, piernas de tornasoles,
que en el vaho caminas mientras la llovizna mengua
siendo vapor y éter y mariposa atlántica
que acude a la bungavilla con sus seis girasoles
mientras un río de sávila se desborda en mi lengua:
Ansiedad de ansiedades ante tu cuerpo cárdeno:
Precipitado, quiero estar sobre tu cuello
donde contemplaré tranquilo el Fin del mundo
mientras la paz del cielo nos penetra la frente
y las cosas se celan de ver nuestro armisticio.
sábado, 30 de marzo de 2013
Tibia
Tibia
es la tarde
de élitros
donde mis quereres
muevo
y cantas
a sotavento
himnos de pasar tranquilo
sobre mares bizantinos
con femeninos encantos
para mi vivir, marino.
es la tarde
de élitros
donde mis quereres
muevo
y cantas
a sotavento
himnos de pasar tranquilo
sobre mares bizantinos
con femeninos encantos
para mi vivir, marino.
lunes, 25 de marzo de 2013
La voz
He allí
la voz
de los borregos
que mueren
sin quejarse
y sin lamentos
Y sobre ellos una paz exógena
que hace sacra y mística a esta hora.
la voz
de los borregos
que mueren
sin quejarse
y sin lamentos
Y sobre ellos una paz exógena
que hace sacra y mística a esta hora.
viernes, 22 de marzo de 2013
Las apariencias
Las apariencias miraban a la hora:
de segundo a segundo, inalcanzables:
iban poniendo su mirada en mi iris,
me iban viendo con sus ojos albinos.
De repente, brotó el acre en las paredes
y se hurgó a sí mismo, con manos cristalinas:
se hizo una llaga a través del muro
y penetró por ella el Color, inquebrantable.
Tomaron los azules, mis sentidos
a los que me postré con deferencia
Los rojos manaban como sangre
de alguna vena que yo desconocía.
Ví al arcoíris retorcerse a complacencia
y sentirse brisa apenas hecho idea.
Alrededor, flotaron conmigo los espacios:
mientras las puertas giraban en sus goznes
entonces comprendí que era bisagra
que ardía en la fogata de esa hora:
No eran visiones ni precogniciones,
simplemente, la fiebre, exacerbada
de segundo a segundo, inalcanzables:
iban poniendo su mirada en mi iris,
me iban viendo con sus ojos albinos.
De repente, brotó el acre en las paredes
y se hurgó a sí mismo, con manos cristalinas:
se hizo una llaga a través del muro
y penetró por ella el Color, inquebrantable.
Tomaron los azules, mis sentidos
a los que me postré con deferencia
Los rojos manaban como sangre
de alguna vena que yo desconocía.
Ví al arcoíris retorcerse a complacencia
y sentirse brisa apenas hecho idea.
Alrededor, flotaron conmigo los espacios:
Fuí por ellos cercado y absorbido:
sobre mí cayó un mareo súbitomientras las puertas giraban en sus goznes
entonces comprendí que era bisagra
que ardía en la fogata de esa hora:
No eran visiones ni precogniciones,
simplemente, la fiebre, exacerbada
Viejas tardes
Viejas tardes
de Domingo,
cuando yo iba empalando
mi alma con los espinos:
Tardes que eran tardes vagas
de embriagados soliloquios
sobre las casas borrachas
y el viento, toro, embestía
contra mi frente, apagada.
de Domingo,
cuando yo iba empalando
mi alma con los espinos:
Tardes que eran tardes vagas
de embriagados soliloquios
sobre las casas borrachas
y el viento, toro, embestía
contra mi frente, apagada.
lunes, 18 de marzo de 2013
Llora ( elocuente )
Cuando una mujer bella llora
se trizan los mundos en plenas alboradas,
gime el orbe convocando temblores
se parten los cristales que pare el mediodía.
Cuando una mujer llora también lo hace un arcángel
y estallan y se desploman los signos del zodíaco
se parte en seis extremos los vértices del agua
y la violencia extrema se preña de congoja,
se anudan las raíces en sus seres viscerales
y una anunciación de quejidos cabalga por el mundo.
Pero cuando la mujer hermosa se consuela
la más ingente gema se muestra alborozada,
salen las melodías a propagar sus himnos,
los pájaros derraman al viento en las cabañas
una armonía feróz recorre a los leprosos
y hay un sabor a dulce en la más negra entraña,
aún los caracoles se atreven al arrojo
de seguir socavando espaldas amorosas.
se trizan los mundos en plenas alboradas,
gime el orbe convocando temblores
se parten los cristales que pare el mediodía.
Cuando una mujer llora también lo hace un arcángel
y estallan y se desploman los signos del zodíaco
se parte en seis extremos los vértices del agua
y la violencia extrema se preña de congoja,
se anudan las raíces en sus seres viscerales
y una anunciación de quejidos cabalga por el mundo.
Pero cuando la mujer hermosa se consuela
la más ingente gema se muestra alborozada,
salen las melodías a propagar sus himnos,
los pájaros derraman al viento en las cabañas
una armonía feróz recorre a los leprosos
y se expulsan de mí los nidos de la angustia
el mediodía muestra sus sabores saladosy hay un sabor a dulce en la más negra entraña,
aún los caracoles se atreven al arrojo
de seguir socavando espaldas amorosas.
lunes, 11 de marzo de 2013
Torre que cae
Torre que cae hasta sus cenizas:
muros desolados entre raíces gélidas.
El precipicio abajo, entre las neblinas,
piedras borradas por la cólera del tiempo:
Lo caído es subterráneo, se envuelve en un submundo:
Todo termina por extraviarse entre enigmas.
La pirámide, el terraplen, el residuo zodiacal
dieron su último alarido en exterminio postrero.
Voces mudas nacían, ¿ desde cuándo, desde dónde ?
y sólo eran oídas por las marejadas del inframundo.
La sal era sepelio propuesto entre los fosfatos
para un pueblo bárbaro que moría en desvanecimiento:
Las alas de la visión subieron a mis ojos y me sembraron prúrito:
Cosas mismas desarraigadas en el lugar en donde se empalaba al lagarto.
Con frío ignominioso, como sentencia de fusilamiento
y que los falsos dioses murieron al margen del relámpago.
muros desolados entre raíces gélidas.
El precipicio abajo, entre las neblinas,
piedras borradas por la cólera del tiempo:
Lo caído es subterráneo, se envuelve en un submundo:
Todo termina por extraviarse entre enigmas.
La pirámide, el terraplen, el residuo zodiacal
dieron su último alarido en exterminio postrero.
Voces mudas nacían, ¿ desde cuándo, desde dónde ?
y sólo eran oídas por las marejadas del inframundo.
La sal era sepelio propuesto entre los fosfatos
para un pueblo bárbaro que moría en desvanecimiento:
Las alas de la visión subieron a mis ojos y me sembraron prúrito:
Cosas mismas desarraigadas en el lugar en donde se empalaba al lagarto.
Con frío ignominioso, como sentencia de fusilamiento
fuí a las cuevas mismas al pie de los ocasos
para convencerme que los tiempos estaban desvanecidosy que los falsos dioses murieron al margen del relámpago.
sábado, 9 de marzo de 2013
Mar de espumas
Mar de espumas negras
mar de dolores ¿ Cúanto ?
¿ Cuánto afán de dolores alegre, sustrajíste
a las tripulaciones de barcos destruídos ?
¿ Qué odio no escaló la la altura de tu odio
cuando tomabas cuerpos para hacer tus asaltos ?
¡ Cuánta rabia engendraste, cuánto luto y tristeza
en aquellos que supieron, tragabas su garganta!
Apóstol de todas las religiones intangibles
que sujeta a la víctima y le muele la entraña.
¿ Cuánto hubo de gritos en esas piras húmedas
donde los navegantes encontraron tu saña?
Sugerente en tus rizos que doblan rompeolas:
Tienes caras hipócritas en tus columnas falsas.
No amas la virtud, la piedad ni el anhelo
para dar una cara que siembra contristamiento?
Mar de dentelladas, te acercas a los hombres
para consolidarles tus ardores de muerte.
mar de dolores ¿ Cúanto ?
¿ Cuánto afán de dolores alegre, sustrajíste
a las tripulaciones de barcos destruídos ?
¿ Qué odio no escaló la la altura de tu odio
cuando tomabas cuerpos para hacer tus asaltos ?
¡ Cuánta rabia engendraste, cuánto luto y tristeza
en aquellos que supieron, tragabas su garganta!
Apóstol de todas las religiones intangibles
que sujeta a la víctima y le muele la entraña.
¿ Cuánto hubo de gritos en esas piras húmedas
donde los navegantes encontraron tu saña?
Sugerente en tus rizos que doblan rompeolas:
Tienes caras hipócritas en tus columnas falsas.
No amas la virtud, la piedad ni el anhelo
de la nana que llevas atada a una cadena
¿ De qué constelación inmunda es que has venidopara dar una cara que siembra contristamiento?
Mar de dentelladas, te acercas a los hombres
para consolidarles tus ardores de muerte.
viernes, 8 de marzo de 2013
Vamos a unir las voces ( corregido )
Vamos a unir las voces
amigo viento: Tú y yo.
Cantémosle a los árboles mayeares
y las hojas caídas de la acacia.
Cantémosle a los enfermos olvidados:
Hagamos caridad con las visitas.
Sitiemos a las viudas y a los huérfanos
envolviéndolos con un suave silbido.
Cantemos con plena maestría
en los lares despoblados y en las comunidades.
Amigo viento démosle latigazos
a la cizaña que entorpece el crecimiento del trigo.
Elevémonos sobre todos los retos
con voces de arpegios y logrados tenores.
Toma, amigo viento, los restos de mi canto
y anúncialo entre los seres acosados.
Vayamos al encuentro de los ansiosos
entre los trechos llenos de indiferencia.
Estimulemos las imaginaciones
de las ancianas que se muelen en sus ruecas
e intentemos detener cualquier matanza
que piense hacer una muchacha pueblerina.
Evitemos la tristeza que toma a los engendros
y tratemos de contener fúnebres incidentes.
Amigo viento: La vida es degradante
y hay poca gente verdaderamente feliz.
Haz tu obra con mis cuerdas vocales
para que así podamos dulcificar las vidas
con cánticos de paz, afecto y regocijo.
amigo viento: Tú y yo.
Cantémosle a los árboles mayeares
y las hojas caídas de la acacia.
Cantémosle a los enfermos olvidados:
Hagamos caridad con las visitas.
Sitiemos a las viudas y a los huérfanos
envolviéndolos con un suave silbido.
Cantemos con plena maestría
en los lares despoblados y en las comunidades.
Amigo viento démosle latigazos
a la cizaña que entorpece el crecimiento del trigo.
Elevémonos sobre todos los retos
con voces de arpegios y logrados tenores.
Toma, amigo viento, los restos de mi canto
y anúncialo entre los seres acosados.
Vayamos al encuentro de los ansiosos
entre los trechos llenos de indiferencia.
Estimulemos las imaginaciones
de las ancianas que se muelen en sus ruecas
e intentemos detener cualquier matanza
que piense hacer una muchacha pueblerina.
Evitemos la tristeza que toma a los engendros
y tratemos de contener fúnebres incidentes.
Amigo viento: La vida es degradante
y hay poca gente verdaderamente feliz.
Haz tu obra con mis cuerdas vocales
para que así podamos dulcificar las vidas
con cánticos de paz, afecto y regocijo.
miércoles, 6 de marzo de 2013
Reticencias, apariciones, disipaciones
Reticencias, apariciones, disipaciones:
Todo fluyendo desde un Yo cristalino.
Las apariencias: engañándose en su agonía instantáneas
sobre vastas yuxtaposiciones, soplan luz y sombra.
Las líneas se encaraman encima de la montaña y la dibujan.
El corazón de los truenos golpea en su mismo universo.
Virutas verdes, racimos petrificados, remolino de pámpanos.
Bosques de estupores donde se detiene a preguntarse el viento.
Emparrados de tristeza, vacíos de rumores, frágiles consolidaciones.
Canta el nopál, canta el alce y el humo se pone taciturno.
El mundo se ha ido a la misma dispersión de las horas
Catedrales tornasoladas al pie de los mismos naranjos.
Todo está vacío, como los cuerpos despojados de su alma.
El norte se extravía al sur, se pierden el este y el oeste.
La añoranza del silencio supera a la añoranza de existir.
y, sobre la tierra calcinadas, las hierbas beben en exceso.
He aquí la precipitación de las cosas a ser borradas por el agua.
esa misma que diluye los estigmas y los tumores del imberbe.
Todos los apocalípsis se dan cita en un único acabose
y las pirámides de nieblan muestran a un mundo incoloro
arrebatado por miradas que siempre van de tránsito levantadas en su misma No presencia, como amuletos embriagados
Todo fluyendo desde un Yo cristalino.
Las apariencias: engañándose en su agonía instantáneas
sobre vastas yuxtaposiciones, soplan luz y sombra.
Las líneas se encaraman encima de la montaña y la dibujan.
El corazón de los truenos golpea en su mismo universo.
Virutas verdes, racimos petrificados, remolino de pámpanos.
Bosques de estupores donde se detiene a preguntarse el viento.
Emparrados de tristeza, vacíos de rumores, frágiles consolidaciones.
Canta el nopál, canta el alce y el humo se pone taciturno.
El mundo se ha ido a la misma dispersión de las horas
Catedrales tornasoladas al pie de los mismos naranjos.
Todo está vacío, como los cuerpos despojados de su alma.
El norte se extravía al sur, se pierden el este y el oeste.
La añoranza del silencio supera a la añoranza de existir.
Los géiseres se vacían y se vuelcan los cántaros.
La lluvia ha durado los treinta y cuatro segundos preconcebidosy, sobre la tierra calcinadas, las hierbas beben en exceso.
He aquí la precipitación de las cosas a ser borradas por el agua.
esa misma que diluye los estigmas y los tumores del imberbe.
Todos los apocalípsis se dan cita en un único acabose
y las pirámides de nieblan muestran a un mundo incoloro
arrebatado por miradas que siempre van de tránsito levantadas en su misma No presencia, como amuletos embriagados
Suscribirse a:
Entradas (Atom)